Nélida Pérez (65 años), la hija más joven del señor Pérez Mora, narró al equipo de LongeviQuest cómo es la vida diaria de su padre, como muestra de cómo ha sobrellevado su vida desde al menos la edad centenaria.
Juan Vicente Pérez Mora es el hombre vivo más longevo en el mundo (a partir de junio de 2023), nacido el 27 de mayo de 1909, tiene 114 años y es residente del pueblo de San José de Bolívar, Táchira, Venezuela.
Juan Vicente siempre fue muy madrugador, se suele despertar muy temprano, a las 7:00 AM, pero usualmente se queda en su cama hasta las 8:00 AM hasta cuando toma su desayuno (algo ligero y no tan pesado) para conseguir energía en su día a día, después reza y ora mucho a Dios, su hija ha testiguado cómo él ha siempre sido un fuerte dévota a su fe y a Dios, sus familiares suelen estimularlo con pequeños ejercicios físicos y masajes antes de la hora del almuerzo para que sus huesos sigan flexibles y todavía tenga cierta independencia.
Antes de todo, sus hijas lo ayudan a asearse, así es cómo Juan Vicente inicia su día.
En el momento de su almuerzo, a las 3:00 PM, suele comer platillos más pesados, pero suaves para evitar algún malestar o enfermedad por su edad. Sus hijas aseguran que “come de todo”, pero lo que más disfruta son los pasteles, las hallacas, el mondongo y el aguacate. Esos son sus alimentos favoritos. Nélida cuenta cómo él era capaz de caminar en sus años de centenario, tenía ayuda con la silla de ruedas pero siempre fue activo. Durante las tardes, suele hacer ejercicio con un palo-sujetador pegado a la pared donde él puede agarrarse y también le sirve como sujetador cuando se levanta en las mañanas o para acostarse en la noche.
Esta es la rutina del Sr. Pérez Mora, solamente sufre cambios cuando las visitas llegan o por su cumpleaños. Cuando esto no sucede, su rutina transcurre entre la religión, el descanso y sus horarios para alimentarse. Aunque Juan Vicente no le gusta dormir durante el día.
La cena llega a las 5:30 PM y después se acuesta a descansar.
La habitación del Sr. Pérez Mora está diseñado y habilitado con diferentes funciones para cubrir sus necesidades de manera eficiente y fácil. Tiene un timbre pegado en la parte superior de la cama, él puede tocar el timbre y así dar el aviso a sus familiares y cuidadores que necesita algo. En el caso de higiene, tiene un pequeño traste donde puede lavarse los pies, y además, tiene diferentes medicinas en su estante en caso de enfermedad o pequeñas molestias.
María Elena (hija de Juan Vicente) nos contó que también es chequeado y revisado por un doctor en el pueblo que cada cierto tiempo lo visita directamente en su casa. Ella asegura que Juan Vicente habla y sí pronuncia las palabras pero “casi no se le entienden”, aunque su capacidad auditiva es buena, las personas tienen que hablarle fuerte y cerca del oído para que logre entender bien.
Nélida nos cuenta que entre los hijos se turnan para cuidarlo, e incluso a veces sus nietos llegan para cuidarlo o pasar el rato con él. Nélida hizo énfasis que gracias al duro trabajo, amor, responsabilidad, bondad y paciencia que su padre dio para sus hijos y a los demás es que su familia fue construida con mucho amor y cariño, y eso es lo que siempre ha demostrado y dado a los demás, tanto su padre como sus hijos.
El equipo de LongeviQuest aprecia y agradece profundamente a la familia del Sr. Pérez Mora por permitirnos ir a su domicilio y poder visitar al Sr. Juan Vicente Pérez y convivir con su familia.